UN MUNDO SUBGETIVO

EDITORIAL

Los miles de cambios sociales, económicos y culturales nos han echo pasar de una moda a otra.

Como animales en vias de desarrollo vamos experimentando y haciendo nuestros: gustos, conceptos y estilos de vida que nada tienen que ver con lo que fuimos, ni menos con lo que seremos.

Es fantástico ver como personas , que en algún periodo de la vida se negaron implacáblemente a ser parte del sistema, hoy son piezas fundamentales de cualquier tipo de multinacional, y en clásico terno y corbata pueden ser vistos gozando al son de la música electrónica y el “ happy hours”; y más aún, es casí un milagro encontrar a alguien que mantenga una misma idiología por más de cinco años.La verdad es que a muchos nos pasa. Personalmente pasé de ser“ calcetinera odiosa” de los New Kids on the Block ( uno de los peores inventos musicales), a fans número uno de Aznar, Paez y García, e incluso hoy logro tocar las nubes con algúna melodía que me lleve de regreso a los gloriosos años beatlescos.

Pero sin duda que nada es tan malo como parece, en lo particular no soy de quienes practican la sanación de la verguenza borrando el pasado, cuentese: el destrozo de fotografías, cancioneros o algún disco ochentero; al contrario creo que el deambular entre preferecias y los cambios en la balanza entre lo bueno y lo malo, son acciones rescatables en el tiempo y que a la larga dejan paso a ideas, conceptos y verdades tan propias y diversas que logran perfeccionar ( de alguna manera) nuestras críticas.

Así, cuando me “ propusieron” realizar un blog, me pregunté acerca de los temas que realmente me interezan o sucumben ante mi agrado, y llegué a la conclusión que no existe nada mejor y representativo del cambio social, que la música.

El como somos capaces de rememorar lugares, aromas, penas y alegrías con solo escuchar un acorde, el como esta va variando al paso de los años, pasando del fugaz reflejo artístico, a la artífice de modas y tendencias, que ( nos representen o no) nos marcan de por vida, me sobrecoge.

Por lo mismo es innegable como el frenético tiempo transcurre, y como en el pasado encontrábamos bueno, algún plano musical que ahora no soportamos, pasando de una vereda a otra...Toda una oda a la cotradicción.

De esta manera, y como lo dije anteriormente, he sido parte de los cambios, he logrado reconocer que del croquis siempre se pasa al limpio y que después de haberme maravillado con la cáscara finalmente me quedé con el interior de la fruta melódica...Si, por que la música, en todas sus facetas, se iguala a una buena comida, se degusta lentamente, se saborea en atributos y se desgasta en defectos, con el fin de lograr alguna sensación que nos haga funcionar el “ pielometro” a mil.

De este modo, EL MUNDO SEGÚN PAZ, no es más que el espacio necesario para informar y compartir mi visión sobre hechos relacionados con la música y con aquellas tendencias que nacen del concepto.

Bienvenidos entonces al arcenal de experiencias, críticas y prejuicios infundados, que marcarán la pauta entre lo que me parece necesario dar a conocer, comentar y compartir.

GOOD TRIP!!!