Transantiago: "Mi intención no es molestar"

Seguramente nadie tomó en cuenta las palabras de nuestro ex mandatario, Ricardo Lagos, cuando , en el 2002, vociferaba a los cuatro vientos sobre la implementación de un nuevo plan de transporte. Claramente, y para un buen número de chilenos, la vocecilla tozuda de Lagos, pasó desapercibida, pues es evidente que la media chilena no se altera cuando le hablan sobre proyectos a largo plazo; pero por el contrario, basta con que las fechas comiencen a cumplirse, para que el caos comience a reinar.
Hoy, a 24 horas del incicio del Transantiago, no existe persona exento de dudas ni quejas. Basta con leer los matutinos, con ver algún noticiero de la tarde, o simplemente salir a la calle, para darse cuenta que aquel "gran cambio cultural" del que habla el Gobierno, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza...para ellos y para todos. Y era que no, si la mutación del sistema no sólo hará variar el color de los buses ( de amarillo a diversas tonalidades dependiente de los tramos a seguir), sino que también se trata de la transformación en el sistema de pagos, en la habitualidad de recorridos y ubicacion de paraderos.
Sinceramente este sistema va colapsar. No por nada el Ministro de Transporte, Sergio Espejo, se ha sincerado con un "Va a haber muchos problemas".

Transantiago, el sistema que nadie quiere, el método que sacará ronchas, el fundamento de portadas y recriminaciones. La transformación y el camino hacía la modernidad...¿Resultará como tal?